2/07/2008

Mentiroso

Podrán decir que es un golpeador. Podrán decir que es un obsesivo por el orden y la disciplina. Podrán decir que es un facho, que lo es. Podrán decir que es un héroe. Podrán decir que es un peronista. Podrán decirle autoritario. O podrán decirle democrático. Podrán decirle, como le dicen, el loco. Podrán llamarlo, como lo llaman, sorete.
Pero mucho más que todo eso, Juan Carlos Tierno es un mentiroso.
Un embustero profesional, un hábil farsante que se aprovecha de la facilidad con que una buena parte de esta sociedad olvida, ignora o mira para otro lado.
La mentira de este gran simulador ha sido su principal “virtud” política, la que lo encumbró, la que le sirvió el poder entre manos, la que le facilitó su transfuguismo.
Como un hipnotizador, Tierno sigue subido a ésa, su principal arma: finge y un sector de la sociedad le sigue creyendo.
Los hipnotizadores se apropian de la conciencia de sus hipnotizados, que se vuelven tanto víctimas como victimarios.
Tierno ha hecho una carrera de la mentira, que a veces también se compone de ocultamientos y de verdades a medias. Y de falsedades lisas y llanas. Tierno es un producto típico de esta “democracia” en la que –reveló alguna vez Antonio Cafiero– la mentira y la traición son vitales, de importancia suprema para trepar.
Tierno es un tramposo y chapucero, que ha logrado que algunos consideren que es “nuevo” en la política, aunque es un politiquero hecho y derecho, de los que cogobernaron La Pampa “democrática” en el último cuarto de siglo.
Tierno es un impostor patrañero que ha logrado que algunos consideren que lucha contra el clientelismo aunque lo ha practicado y lo sigue practicando a destajo, acomodando a su esposa como diputada, repartiendo plata para su entorno y conchabando en cargos públicos a sus amigos.
Tierno es un novelero impostor que ha logrado que algunos consideren que lucha contra la corrupción, aunque se haya apropiado como se apropió de un campo, aunque haya formado parte de los gobiernos más corruptos de la historia pampeana y aunque haya sido el abogado personal del jefe de todos los corruptos condenados y procesados en la provincia.
Tierno es un droguero embrollador que ha logrado que algunos consideren que lucha contra el narcotráfico, aunque no hay ninguna demostración que constate esa imagen, aunque en su gestión como ministro haya entorpecido a los investigadores de Toxicomanía y aunque hay grupos que en base a sus comportamientos siguen sugiriendo que debiera someterse a una rinoscopía.
Tierno es un ilusionista farsante que ha logrado que algunos consideren que su especialidad es aplicar la ley sin miramientos, aunque en realidad intente permanentemente vulnerarla y pasarla por encima, como se lo ha hecho saber en incontables ocasiones la propia Justicia.
Podrán decirle todo lo otro: autoritario, peronista, héroe, loco, facho, sorete o golpeador.
Pero la esencia de Juan Carlos Tierno es otra. Juan Carlos Tierno es, esencialmente, un gran mentiroso.

J.P.G.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ELINTENDENTE DE LA MENTIRA
EL POLITICO MAS ALEJADO DE LA POLITICA
EL FARSANTE MAS GRANDE QUE HAYA PRETENDIDO SER POPULAR
LA HISTORIA CLINICA NUNCA LEIDA EN LA HISTORIA DE MEDICINA: SALUD MENTAL
LA AMBIGUEDAD PERFECTA DE LA LOGICA JURIDICA
LA INEPTITUD EN SU MAYOR EXPONENTE
EL FLAGELO MAYOR DE ESTA CIUDAD
EL SER MAS IMPERFECTO QUE PRETENDE CREAR UNA CIUDAD PERFECTA
EL DESQUICIADO TIRANO QUE SE EQUIVOCO DE SIGLO
EL ERROR MAS TREMENDO DE LA LIBERTAD DE ELECCION
NUESTRO KARMA Y DOLOR!!!

Anónimo dijo...

Si esto no es una dictadura.... QUE ES???